Mi conciencia me carcome por
dentro…
En un pasado hice cosas que quizá
nunca debería haber hecho, cometí errores demasiado graves, que me llevaron a
donde estoy ahora, a este horrible lugar, al que nadie viene jamás… lo único
que me queda es mi conciencia traicionera y mis ganas de salir o morir aquí dentro, pero no quiero que este
terrible sufrimiento continúe…
Pensar en lo que hice… me está
llevando a la perdición, y aún más el hecho de haberlo hecho.
El frío helador congelaba cada milímetro de mi cuerpo. Mi
mente estaba desorbitada y sin remedio. Era un día de invierno, triste, frío…
el día en el que comenzó todo… el día en el que mis padres me abandonaron. Sin
remordimientos… me dejaron completamente sola e indefensa. No tenía dónde
refugiarme, ni qué hacer.
Sólo me quedaba esperar, a morir o
a vivir. Entonces… apareció él, cuando más lo necesitaba y sin esperarlo. Me
salvó, él me dio la oportunidad de
vivir.
Me tomó de la mano y me cargó en
sus hombros, no recuerdo el resto… pero cuando desperté en el hospital allí
estaba… su rostro mostraba paz y parecía mi ángel de la guarda, se encontraba
allí dormido en la silla frente a mi camilla. No tenía ni idea de quién era,
pero sabía que era el chico más perfecto que había visto en toda mi vida, que a
mis 15 años era aún corta. No podía dejar de contemplarlo… era muy hermoso,
alto, moreno, de largas pestañas y musculoso cuerpo… no cabe duda de que es
guapo.
Entonces el doctor llegó,
haciéndome salir de mis pensamientos.
-Señorita, me temo que…- comenzó a
decirme aquel señor, de aspecto rudo y
rostro envejecido, sobresaltando a ese chico…
-¡Márchese, nooo…! OH, lo, lo siento mucho, me he asustado…- dijo el
hermoso chico de ojos oscuros, cuyo sueño había sido pesado y por lo visto
malo.
-No pasa nada, puede estar
tranquilo, me disponía a decirle a la señorita Bash que ha estado cerca de la
congelación… y que lleva una semana aquí…- continúo ese hombre, dejándome
atónita.
-¡nooo! no es posible… ¡una semana…
sin despertar! ¿Bromea?- me dispuse a contestar sin dejarle continuar… no salía
de mi asombro. Aquel chico se me acercó tratando de calmarme, era tan
tranquilizador que estuviera junto a mí, sin querer nada a cambio… todavía no
le había dirigido ninguna palabra, pero quería que él me contara todo lo que
pasó. ¿Qué pasaría la semana en la que estuve en coma?
-Creo que le está contando todo
demasiado rápido doctor…-le dijo- tranquila, ya está todo bien…- esta vez
dirigiéndose a mí. Su voz era grave y seca pero agradable, me calmaba y me daba
seguridad.
-Debe saberlo, es importante, pero
si quieres… puedo dejar que usted, ya que son novios se lo cuente… creo que si
lo escucha de usted no le afectara tanto, ya que tienen mucha confianza… les
dejo en su intimidad- no…no… ¿no qué? ¿¡Novios?! ¿Ese hombre había dicho que el
chico y yo éramos novios? Ni siquiera lo conocía…
-Me parece una fabulosa idea, que
se lo cuente a mi novia…- se limitó a decir con una traviesa sonrisa y
guiñándome el ojo, vaya… si que tenía una sonrisa perfecta, y ese guiño… guau…
¿pero, qué estaba pensando? Él había
admitido que éramos novios… y ni siquiera sabía cuál era su nombre, pero sabía
que se trataba de un truco y que pronto lo iba a saber… también sabía que ese
chico y yo nos íbamos a llevar bien.
Cuando ya estábamos solos, me
dedicó una hermosa sonrisa y se dispuso a hablar… pero yo lo interrumpí.
-¿Cómo te llamas?- ¡Qué tonta! Yo y
mis absurdas preguntas…
-Bueno, me iba a presentar pero veo
que alguien está impaciente… mi nombre es Jake
Notte, pero puedes llamarme Jack – Me dijo sin que su dulce y traviesa
sonrisa saliera de su hermoso rostro de ensueño.
- Yo soy Jane. Bien, ya nos
conocemos, ahora cuéntame todo, ¿qué paso? ¿Cómo llegué hasta aquí? ¿Por qué
estás conmigo?- Le pregunté un poco incómoda por la ignorancia…
-Bien…señorita Jane, estabas en la
calle al borde de la congelación, cuándo yo te vi… y no pude dejarte allí, me
sentiría culpable al dejar una chica como tú morirse… -Me dijo con un tono
arrogante y creído.
-¿Una chica como yo? ¿Cómo?
Señorito Jack gracias por su ayuda, pero hubiese preferido morir… Y aún no has respondido a una pregunta, ¿qué
haces aquí?-
-Bueno, estoy aquí porque me
parecía mal dejarte sola,una chica tan pequeña... así que permanecí junto a ti…
me iba a comer y volvía a verte.
-Haberme dejado sola, sé cuidarme,
sé lo que hago, y quería morir. Además si tan pequeña soy… podré hacer esto…-
Entonces le lancé suero a la cara, se quedo impactado, no se esperaba que fuese
a hacer eso.
-Vaya… por lo que veo no eres tan
pequeña como… ¡Yo!- y me hecho todo un bote de gel por encima, me dejó absorta… eso si que no lo
esperaba, ahí empezó una guerra de productos… Entonces entró el doctor…
-Ya se lo ha… ¡¿Pero qué demonios
ha pasado aquí?!- Se quedó impresionado al ver el desastre que habíamos
provocado con nuestra infantil actitud… Ambos nos quedamos sin saber qué hacer,
yo estaba recuperada, pero en camisón de hospital, lo que es lógico cuando te
ingresan una semana… En un acto reflejo me desconecte de los tubos que tenía y
cogí mi ropa, ambos nos echamos a correr lo más rápido que pudimos, cogidos de
la mano… el doctor no tuvo tiempo a reaccionar, cuando llamó a otros para que
nos detuvieran, ya habíamos escapado…
Jack estaba realmente en forma… corría muy deprisa… tanto que yo no
podía seguir su paso y me cargó en sus hombros…
Ese fue el día que lo conocí y nunca olvidaré…
Cuando ya nos encontrábamos lejos
de ese hospital, nos dimos cuenta de lo sucios que estábamos, así que nos
detuvimos. Él me dejó en el suelo…
-Vaya no sabía que el pequeño
tuviera tanta fuerza…- le dije entre una risa burlona.
-Ni yo que la “mayor” tuviera
tantos reflejos…- Me dijo también en un tono burlón.
-¿Ves lo que provocaste con tu
estúpida actuación infantil?- le dije sonriendo.
-Tú empezaste… además no me digas
que no te gustó, porque no te creeré… dime la verdad… ¿Por qué estabas ahí tú
sola?-me dijo poniéndose serio.
-Bueno… creo que será mejor que
dejes que me vista…-Dije cambiando de tema…
-Vale, pero contéstame…-
-Digamos que me escapé de
casa-Mentí.
-Vaya, vaya, pero si tenemos aquí a
una chica mala… venga dime la verdad… cuando te vi no parecía eso- ¿cómo sabía
que era mentira?
-Bueno… soy difícil de entender- Le
dije sin más y empezando a cambiarme tras un árbol.
-Pero sabes que yo te
entendería…-dijo acercándose a mí…
-No lo harías- le dije ya cambiada
-¡Qué rapidez! Creí que…- dijo
sorprendido
-¿Qué? Vamos… En serio creías que
te iba a dejar ver cómo me cambiaba… qué infantil…- Dije arrogante y burlona.
-Bueno… es posible…-cada vez se
acercaba más y más a mi cuerpo, hasta que su frente estaba contra la mía…- vaya
qué impulsivo-. Me acarició el rostro y me susurró al oído.
-Es posible que sea infantil… pero
sé que te gusto aunque solo me conoces de hoy…- Me dijo, con voz suave… lo cierto
es que sí me gustaba, y ni siquiera
sabía el porqué, lo conocía de un día y apenas sabía nada de su vida, es verdad
que es guapo pero… eso no es lo más importante para que una persona te guste…
pero lo más extraño es cómo me conocía tan bien.
-Se apartó de mi oreja y volvió a
poner su frente contra la mía… podía sentir su respiración y me estaba
perdiendo completamente en sus oscuros ojos, no me salían las palabras y sentía
el latir de mi corazón muy acelerado.
-Ahora no te salen las palabras, te
tengo en mis manos…- dijo volviendo con su arrogancia, esta frase me hizo
apartarme, y despertar del terrible sueño escondido en sus ojos, del Sol
brillante de su sonrisa…
-¿Cómo puedes decir eso? Eres
arrogante e infantil, además nunca me gustaría alguien como tú…- Mentí, era
todo lo que una chica puede desear en un chico, y me había salvado. Entonces me cogió de las
muñecas y me posó suavemente contra el árbol, al oír esas palabras salir de mi
boca, se tensó un poco y se puso algo
nervioso.
-Sabes que eso no es verdad, si no
te gusto sé que pronto te gustaré y yo me encargaré de ello.- No supe qué
decir, de nuevo su sonrisa me cautivó, y dejó sin palabras, me puse nerviosa,
pero estaba muy cómoda a esa distancia de él, me sentía protegida.
Ese día acabé contándole todo… este
chico… no podía resistirme.
Él, por su parte, me confesó que su madre
estaba presa en una cárcel cercana, por tráfico de drogas. Su padre los
abandonó cuando él tenía un año y desde ese momento su madre se metió en el
narcotráfico para poder criarlo. Aunque
no lo parezca, todos tenemos nuestros secretos, y la vida es muy dura. Jack
jamás le había contado eso a nadie, todos creían que se había escapado de casa…
pero dijo, que sabía que podía confiar en mí, y me lo contó. Desde ese momento
supe que ese era el chico más valiente y maravilloso que jamás había conocido.
Nadie ha conseguido lo que él en mí, en un solo día, se había convertido en el
chico de mis sueños, mi mejor amigo, mi compañero de piso y mi ángel.
Seis meses más tarde, ya llevábamos
cinco y medio de noviazgo. Se había
convertido en mi chico, yo ya no sabía nada de mis padres desde hace seis meses, ni tampoco quería saber nada de
ellos, hace cuatro meses que celebré mi dieciséis cumpleaños con mi
amor, y aunque él me exija que vaya al instituto, yo no quiero ir; ya no es
obligatorio hacerlo, yo quiero estar con él y no allí.
Antes de mi abandono, yo era una
chica diez en los estudios, quería que mi futuro fuera bueno, tenía una vida
normal de una adolescente, pero entonces… a mi tía, la hermana gemela de mi
madre, que prácticamente era la que siempre me cuidaba, porque mis padres
estaban muy ocupados con su trabajo…, que por cierto jamás he sabido cuál es…
aunque prefiero no saberlo, le diagnosticaron cáncer de pulmón porque era
fumadora nata… yo siempre le dije que lo dejara, pero jamás me hizo caso, “eres
una niña y no sabes lo que es esto.” Me solía decir… y pasó lo inevitable, el
cáncer de pulmón la atacó, llevándosela de este mundo… esto sucedió hace siete
meses… desde que ella se fue, mis notas descendieron mucho… dejé de ser la niña
diez que perseguía un buen futuro, para ser la peor de la clase, mis amigas
dejaron de hablarme, por los numerosos castigos que recibía de mis ocupados
padres, o lo que se les pueda llamar… Un
día sus castigos dejaron de ser importantes para mí, estaba harta de estar
encerrada en un cuarto frío, sin ventanas,
sin cama, de no comer la mayoría de veces, o de mis heridas, por los golpes que
me daban… me cansé de todo… entonces, me revelé a mis padres, estos me metieron
en el coche discutiendo entre ellos, y me abandonaron. Sus últimas palabras
fueron “¡púdrete niñata!”
Pero ahora era feliz junto a mi
Jack… Ese día me había dicho que tenía que ir con él por la noche, me quería
decir algo, estaba un poco preocupada, él y yo nunca habíamos tenido secretos.
-¡Jane! ¿Estás en casa?- Dijo con
su seca y ronca voz.
-Sí amor…- me acerqué a él…-¿Qué
ocurre?
-Vamos, ven conmigo…- siempre había
confiado en él más que en mí misma, pero lo notaba algo distante,
confundido, ¿preocupado? Tal vez.
Entonces me tomó de la mano y me
llevó a la sala de estar… pasó la mano por encima de 5 libros, a modo
contraseña, y entramos por una puerta que se abrió en la pared de enfrente.
Esta se cerró tras nosotros, estaba un poco nerviosa, y sorprendida, era cómo
si fuera agente secreto o algo por el estilo. Llegamos a través de unos largos
pasillos a unas salas, entramos a la más grande…
-¿Qué es todo esto Jack?-Dije
insegura.
-No te preocupes ahora lo verás.-
Me mostró una foto de un banco, algo me decía que ese no era mi Jack, que era
otra persona…
-¿Pero qué…?- No sabía continuar,
me sentía como nunca antes me había sentido ante Jack, insegura, con miedo…
algo me decía que algo malo pasaría…
-¿Qué ocurre pequeña? ¿Tienes
miedo? Lo suponía… sabía que esto iba a pasar… sabía que no confiabas lo suficiente
en mí…-Dijo algo tenso y apenado.
-No tengo miedo, confío plenamente
en ti, haría cualquier cosa que me pidieras.-Le dije porque en realidad era
verdad… haría lo que fuera por él… pero algo dentro de mí me decía que había
sido un error decírselo…
-Bien, así me gusta… agáchate… -y
me agaché –Vaya te tengo bajo mi control…- Puso una sonrisa maligna, que nunca
antes había sentido en él, realmente sentía miedo… ¿miedo de mi amor? ¿De mi
Jack? No…
-No temas, te explicaré, tu tarea
es muy sencilla… debes ir al “Gran Banco” a ingresar dinero… entonces tienes que distraer al
director.
-Espera... espera… ¿quieres que yo
qué?
-Ves al banco a ingresar este
dinero… distrae al director…-
-¿Qué vas a hacer Notte?
-Ya lo verás…-dijo con una
sonrisa –Es una sorpresa.
Entonces, decidí acceder y hacer lo
que él me pidió, llegué al banco, y no había nadie, entré y me encerraron
dentro… de repente empecé a oler humo, vi que el banco se estaba quemando…
había fuego por todas partes, el humo no me dejaba respirar, traté de salir
pero me era imposible… grité, busqué una salida de emergencia pero no había…
era mi fin… El calor se apoderó de mi ser, caí al suelo, pude percibir unos
pitidos, tal vez de una sirena, y vi una silueta entre las llamas… a lo mejor
era mi Jack… entonces todo se tornó oscuro…
2 semanas después desperté en el
hospital… Siempre me tienen que salvar, soy patética, he escapado de la muerte
por 2º vez y no creo que haya una 3º…
-¡Jane!- No podía ser… qué hacía
allí mi madre…
-¿Qué hace usted aquí?-Le pregunté
con tono de desprecio, la odiaba… no lo podía evitar…
-¡Soy tu madre! ¿Recuerdas?- me
dijo con un falso tono cariñoso- Esta niña ha perdido la memoria doctor… está
realmente mal…- Dijo dirigiéndose hacia este, ¡¿El doctor?!¡Es el hombre del que
escapamos Jack y yo el día que nos conocimos…! Mi madre y él harían lo
imposible por hacerme sufrir, a saber lo que esta le habría contado de mí…
-Sí, está muy mal, la ingresaremos
en un psiquiátrico…-Dijo el doctor feliz.
-¡No estoy mal! ¡Los únicos enfermos
son ustedes!- Cuando acabé esta frase, dos hombres fuertes de los que yo
intenté escapar, me cogieron, y me llevaron a una furgoneta… me encerraron en
esta… cómo si fuese a una cárcel… la última imagen que vi, fue a mi madre
besando a aquel doctor… Sólo quería salir de ahí e ir con mi Jack, del que no
sabía nada…
Llegué al psiquiátrico, ese sitio
horrible… entonces, me digné a preguntarle a un hombre que si sabía dónde
estaba Jack, y me dijo que no existía,
que lo aceptara… mi coraje y mi furia pudo conmigo, y comencé a golpearle, ¿por
qué todos creían que estaba loca? Mi Jack existía y lo único que quería era
encontrarlo, lo insulté y no pude contenerme, le pegué una paliza tan fuerte
que lo dejé inconsciente, no sabía que tenía tanta fuerza… un enfermo que
estaba al lado, me dio unas pastillas y me dijo que me las tomara y me
olvidaría de todo… me las tomé, y solo veía una lanza y animales corriendo,
cacé a dos , los demás se fueron… luego me cogieron dos de ellos grandes, y me
metieron a este sitio donde estoy ahora,
no recuerdo cómo me trajeron… así que no sé por dónde salir, los hombres que me
traen la comida me tienen miedo, uno de ellos me contó las cosas que hice y… no
me lo creía, hasta que vi un vídeo… entonces me horroricé y ahora solo puedo
pensar, en lo que hice, en que quiero ver a Jack, me estoy volviendo loca de
pensar en los crímenes que cometí y en
lo que pudo pasar con mi Notte, ¿qué habrá sido
de él? Ya han pasado 10 meses desde que ocurrió el accidente, y no lo he vuelto a ver, ¿Y si volvemos a
vernos…y ve en lo que me he convertido? Sólo me queda la razón de existir, y ni
siquiera eso, porque Jane Bash murió el día que la internaron aquí, donde nunca
viene nadie, donde todo está perdido.
-Jane Bash-Qué raro, nunca me
llaman, por mi nombre, simplemente traen la comida y se van, por miedo a que
los mate, los entiendo, yo también tengo miedo de mí misma, de lo que soy capaz
de hacer…
-¿Sí?- Respondo algo extrañada e
insegura.
-Acércate, abre la puerta…- Esa voz
me suena… pero… no puede ser… voy y abro
algo insegura, temo que me hagan daño,
pero la curiosidad puede conmigo…
Abro la puerta y… -¡Jack! ¿Has
venido a salvarme?- Me tiro a sus brazos y le robo un intenso beso.
-Eso intento… pero si gritas así
nos van a descubrir…- Dice emocionado, pero a la vez serio, en un tono bajo.
-¿No tienes miedo de mí como los
demás?- Digo un poco nerviosa, temiendo que sí lo tenga…
-Claro que no, sé lo que realmente
pasó, tu padre se separó de tu madre, y esta empezó a salir con el doctor del
que escapamos, tu madre quería que murieras el día que te rescaté, y el doctor
le contó que estabas viva, planearon su venganza… me durmieron con cloroformo,
me ataron y dieron una paliza, un hombre fue contratado para decirte que fueras
a ese lugar, y provocaron un incendio, pero no querían matarte así, querían
hacerte sufrir, llamaron a los bomberos, quiénes te sacaron de allí, cuando desperté era demasiado tarde, y me han
tenido en un psiquiátrico hasta hoy, que he escapado y he venido por ti, tu
madre está completamente loca, y nos alejó; pero ahora nada ni nadie nos
volverá a separar… he ido a la policía y he denunciado a tu madre, lo han
comprobado y ahora está en la cárcel por todo lo que hizo.
-Nada nos va a separar nunca más,
te amo.
.…………………………………………………………..
-Vale señorita Jane, te vas a
quedar en el psiquiátrico con tu novio imaginario, porque estás enferma…como mi
hermanita mayor- su madre la observaba
atenta desde la puerta, a su lado estaba su hermana, la tía de la pequeña…
-¿Qué crees que se imaginará cuándo
juega con esas muñecas?-